sábado, 28 de febrero de 2015

Un obrero encontró un “duende” oculto en una pared (VIDEO)


Un inesperado hallazgo en la demolición de un muro de 400 años alcanzó a generar pánico en Chocontá, Cundinamarca, en medio de las especulaciones por la liberación de un duende, que llevaba esos 4 siglos prisionero.
El pasado jueves, algunos desprevenidos escucharon un aullido que salió de las ruinas del Roxi, el más antiguo restaurante de la Villa de Santiago de Chocontá, Cundinamarca.
Al frente de la Catedral, justo al lado de la funeraria más concurrida del pueblo, está la casa de la que salió el gélido alarido… Era de Verano Casallas, un obrero contratado para demoler la residencia que según los crédulos, fue la morada de un duende que escapó de la emparedada a la que sometido, gracias a un martillazo de Verano.
“Yo creo que estaba dentro de una pared porque cuando empecé a tumbar la pared, fue cuando empezó a salir él”
Todavía aterrado y con risa nerviosa, Verano recordó el impactante encuentro.
“Así como una cara como de miedo, como de susto, bien toda fría… A mí se me ocurrió un duende, eso fue lo primero que se me ocurrió”
De inmediato corrió el rumor… y también Verano que perdió el control por la cara que le hizo el duende. Todos en el pueblo se enteraron.
Hay quienes aseguran que lo vieron escapar de las ruinas del Roxi.
“Se le ven las venas… Se ve como si estuviera vivo, y el pelo se le ve como…”
Pero la presencia del sobrenatural, el gremlin o gnomo criollo que espantó a los obreros, dejó de ser un simple rumor por los retratos hablados y la fantasmagórica imagen que logró Verano con su celular.
El retrato circuló masivamente por las redes sociales. Luego se supo que el “duende” había sido retenido y llevado a Medicina Legal en Bogotá.
El profesor Carlos Julio, el historiador de Chocontá, dice que todo es posible porque se han conocido fugas de otros espíritus ancestrales herederos del Muisca Nemequene.
“Casualmente mi señor padre encontró un entierro indígena en la finca de él, pero era un entierro de indígenas pobres”
La romería hizo que Nelson Muñoz, respetado ingeniero, empresario, constructor, ex Alcalde de Machetá y dueño de la casa en ruinas, llegara al pueblo para conocer de primera mano los detalles del acontecimiento.
Luego de analizar las pruebas y de una persecución exhaustiva, Nelson concluyó que se trata de un muñeco feo, un duende noruego fabricado en un material aun desconocido que hace décadas (todavía no descifrables) fue sepultado por su propietaria en una pared.
Nelson también asegura que el muñeco yace inerte en una urna de madera tallada. Sin embargo los convencidos siguen contando la historia del duende escapó de una pared y que escondía un tesoro dorado en Chocontá.

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